miércoles, 30 de octubre de 2013

Bieber: mucha producción y poco canto



Quienes lo conocían sabían de él por sus chismes o escándalos de los últimos años, otros sencillamente tenían el dato que se presentaría este martes en la noche en el estadio El Campín de Bogotá y era la oportunidad perfecta para vender el plástico por si llovía, el cojín para estar cómodo, la cachucha, la cinta, la camiseta, el afiche o la pulsera con la imagen de Justin Bieber.
Ellos, los vendedores ambulantes, se la saben todas. Hace algunos días estuvieron a las afueras del concierto de “Black Sabbath” haciendo lo mismo, y seguramente muchos estarán haciendo lo propio cuando Paquita la del Barrio presente su música a las afueras de Bogotá. No importa el género, el personaje o el lugar, lo importante es la venta. 

De resto, un gran equipo de logística y seguridad, protegiendo y coordinando toda la ola de fanáticas y fanáticos del joven intérprete canadiense, que pese a que sus seguidoras hicieron vigilia desde la madrugada del lunes al frente de su hotel, apenas lograron un pequeño saludo desde una de las alas del Marriot. 

MUCHO SHOW PERO POCO CANTO 

Casi al filo de las nueve de la noche apareció el joven Bieber en el escenario, con montajes que nos recordó los shows de Madonna y Beyonce en Medellín, además de Lady Gaga el año pasado en Bogotá, con excelente sonido, unas luces geniales y el artista con múltiples cambios de vestuario para no parar de bailar, por lo que el canto siempre ayudado por la tecnología. 

Lo hace Gaga, Spears y en muchos momentos de los espectáculos de Rihanna, cuando el baile y la teatralidad, suelen ser más importantes que el canto en vivo. 

Todo lo que ocurre en el escenario durante el show “Believe Tour”, parece fríamente calculado, nada pasa por azar, poca espontaneidad, e incluso, los momentos en los cuales parece que Justin se sale del libreto, está fríamente calculado por su equipo de producción. 

Bieber utilizó dos atuendos blancos, uno negro con rojo y luego sin camisa, para mostrar que ya no es el niño aquel que impresionó al mundo con su talento por Youtube hace cuatro años. 

La emoción y la energía la colocaron sus miles de seguidoras. Ellas, retando al frío capitalino y la mayoría junto a sus padres, corearon una a una las canciones del canadiense, que es el nuevo fenómeno juvenil de moda. 

Con sus candentes coreografías este espectáculo pop estuvo a la altura de las expectativas,aunque sus fanáticas deliraban con cada movimiento del artista, a quien le espera una de las giras más ambiciosas que ha tenido un artista, de su talla, por Suramérica, pues recorrerá la mayoría de sus países, haciendo varias actuaciones en diferentes ciudades. Es el momento de Justin y ni él ni su equipo piensan desaprovechar.

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