domingo, 2 de marzo de 2014

Nadine Heredia y su inusual protagonismo en el Gobierno

Su figura y presencia es comparable a los casos de esposas de otros mandatarios que buscaron llegar o llegaron al poder HÉCTOR VILLALOBOS

Nadine Heredia ha convertido a su esposo en el primer caballero de la nación. Dos años y medio de injerencias en asuntos de gobierno trastocaron la imagen del militar de mano dura que la población tenía del presidente de la República. Entre luces verdes y caminares derechos, el imaginario popular mutó al temido comandante Ollanta Humala en simplemente ‘Cosito’.
Desde el inicio de la gestión quedó claro que la cónyuge del presidente no se conformaría con el tradicional rol de la labor social. Al comienzo, la intromisión de Heredia empezó a ser advertida solo en actividades protocolares. Poco a poco, se desprendió de su esposo y comenzó a manejar su agenda propia. Sonriente, recorría asentamientos humanos, comedores populares y centros de salud mientras declaraba sobre temas como seguridad ciudadana y políticas sociales.

El primer escándalo político en este gobierno estalló en octubre del 2011, cuando se dio a conocer la reunión en el restaurante Brujas de Cachiche, que terminó con la renuncia de Omar Chehade a la vicepresidencia de la República. Mientras su esposo evitaba hablar del tema, Heredia emitió un tácito pronunciamiento a través del Twitter: “Tan difícil es caminar derecho??!!”.

Poco a poco, dos nuevas frases se introdujeron en el lenguaje político: ‘pareja presidencial’ y ‘reelección conyugal’.

“SUS” MINISTROS
El ex presidente del Consejo de Ministros Óscar Valdés ha señalado que las interferencias de Heredia en el Gabinete se iniciaron durante la gestión de su sucesor, Juan Jiménez Mayor. En este período se vio a Heredia llamar “mi ministra” a una genuflexa Patricia Salas, ex titular de Educación.

La influencia de la esposa del presidente llegó hasta los asuntos de Estado. El 30 de abril del 2013, cuando se discutía la posible compra de los activos de Repsol, hecho que fue visto como un retorno a la gran transformación, ella puso punto final a la controversia al declarar que si la operación no era beneficiosa para el país, “simplemente no va”. Efectivamente, no fue.

¿CASUALIDAD?
El 5 de julio del 2013, ocurrió una extraña coincidencia. Para acallar los rumores de la ‘reelección conyugal’, Heredia declaró a los medios y negó tajantemente la posibilidad de postular en el 2016. A los pocos minutos (¿oh, sorpresa?) la Contraloría General de la República publicaba un informe sobre la esposa del mandatario y los gastos de viajes del despacho presidencial y otro sobre la cobertura informativa de TV Perú. En el primero se anunciaba una auditoría a los gastos de las 43 actividades en las que participó la primera dama en el interior del país. El segundo daba cuenta de que el canal del Estado destinó 38 horas y 33 minutos para transmitir 58 actividades de Heredia. Por supuesto, la noticia de la postulación negada opacó los informes de control.

NADINE PRESIDENTA
A finales del año pasado, Humala nombró a su esposa presidenta del Partido Nacionalista. Ese cargo ha servido de pretexto para justificar cada una de sus declaraciones de carácter político y sus intervenciones en asuntos de gobierno.

La última víctima de la injerencia política de la primera dama ha sido el ex presidente del Consejo de Ministros César Villanueva, quien definitivamente no era “su ministro”. Un desencuentro verbal por el tema del sueldo mínimo vital sirvió para dar el tiro de gracia a un primer ministro desahuciado.
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