martes, 22 de enero de 2013

Ballmer es un «cero a la izquierda» en Microsoft

Según escribe en sus memorias un exjecutivo de la compañía, el actual consejero delegado «selecciona» a sus rivales internos para mantener el poder
El jefe de Microsoft, Steve Ballmer, no es el líder adecuado para la compañía de software más grande a nivel mundial pero mantiene su control sobre ella sistemáticamente, expulsando a cualquier gestor que desafíe su autoridad, según afirma un exalto ejecutivo que ha escrito un libro sobre su estancia en el empresa.

«Para que Microsoft pueda conseguir realmente ser de nuevo parte del juego, se necesita un gran cambio en la gestión», dijo Joachim Kempin, que trabajó en Microsoft entre 1983 y 2002, supervisando las ventas de software Windows a los fabricantes de ordenadores. «Por mucho que yo respete a Ballmer, él podría ser parte de eso al final».

Como vicepresidente senior a cargo de una parte esencial del negocio de la compañía, con contacto directo con Bill Gates, Kempin es el exejecutivo de más alto rango de Microsoft para escribir un libro crítico de la empresa, que es famoso por la lealtad de sus exempleados. Kempin dejó Microsoft en el 2002 bajo la sombra de que parte de los contratos elaborados con los fabricantes de PC fueron carne de cañón para la investigación antimonopolio llevada a cabo por el Gobierno de EE.UU. contra la compañía, que comenzó en 1998 y gran parte de ella fue resuelta en 2002.
Denfender el poder

Su libro, titulado «Resolve and Fortitude: Microsoft», se publica este martes. Kempin carga contra Ballmer asegurando que este derroca a ejecutivos con potencial que puedan arrebatarle su puesto de consejero delegado, el cual ha ocupado desde 2000. También asegura que vio el primer caso con Richard Belluzzo, un exejecutivo de Hewlett-Packard (HP) acreditado para el lanzamiento de la consola de juegos Xbox que llegó a director de operaciones de Microsoft, pero dejó su cargo solo 14 meses después, en el mismo año que Kempin lo dejó.

«Él (Belluzzo) no tenía espacio para respirar. Cuando trabajas directamente con Ballmer y Ballmer cree que 'tal vez este tipo algún día podría hacerse con mi puesto', Dios mío, tendrás menos aire para respirar, eso es a lo que se reduce». Representantes de Microsoft no quisieron hacer comentarios. Varios ejecutivos principales, promocionados en un momento u otro como sucesores potenciales para Ballmer, han dejado la empresa en los últimos años, el más reciente ha sido el presidente de la unidad de Windows Steven Sinofsky, que abandonó la compañía el pasado mes de noviembre.

Kempin dijo que habló con Ballmer hace unos dos años y expresó su preocupación acerca de su estilo de gestión y dirección de la empresa, pero no ha visto ningún cambio desde entonces. Él dijo que envió Ballmer y Gates copias de su nuevo libro, pero todavía no ha obtenido respuesta.

«Steve es un hombre de negocios muy bueno, pero como director de operaciones, no como director general, y su negocio va a ser frenético», dijo Kempin. «Yo le respeto (a Ballmer), pero hay algunas limitaciones que puede y no puede hacer y tal vez no las ha realizado él mismo».
Fracasos

En su libro, Kempin escribe acerca de cómo Microsoft previó los movimientos importantes de la tecnología en la última década, perofalló en su entrada en el mundo de los «tablets», teléfonos y social media, cediendo el liderazgo en el mundo de la tecnología a Apple y otros. «Perdieron todas las oportunidades que estaban hablando cuando yo todavía estaba en la compañía. Tuvimos un «tablet» funcionando cuando Windows XP salió a la venta pero nunca fue desarrollado de manera adecuada», dijo Kempin.

También afirma que el descenso de los PC se debe en parte a la mala gestión de Microsoft con los fabricantes de hardware, un área que supervisó Kempin. Varios fabricantes de PC hicieron público su malestar por la decisión de Microsoft de hacer sus propios dispositivos el año pasado. Kempin se reserva su crítica más acentuada por Ballmer.

«¿Es un gran CEO? Yo no lo creo. En la directiva de Microsoft es un cero a la izquierda, lo ha sido siempre. Contratan a personas para ayudarles a administrar la empresa, pero no para dirigir la compañía. Ese es el problema», dijo Kempin . «Ellos necesitan a alguien tal vez de 35-40 años de edad, una persona más joven que entienda la generación de Facebook y esta comunidad móvil. Ellos no necesitan a este tipo en el escenario con esa mirada feroz y agresiva, anunciando la próxima versión de Windows y pensando que puede ganar con eso».

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