Los
abuelos cuentan que en las faldas de los cerros, los tesoros de los
gentiles, permanecían “tapados” bajo la vigilancia silenciosa y secreta
de la tierra.
Un “tapado” ubicado en la Irrigación “la Esperanza” había sido encontrado en cierta ocasión.
La
leyenda refiere a que un indio, que estaba llevando el agua por las
faldas de los cerros, se dio cuenta que la tierra se tragaba el agua,
lentamente la arena fue cediendo ante sus pies, de pronto grandes
vasijas de barro fueron descubriéndose ante sus ojos. Desconcertado
busco al patrón el cual viendo el hallazgo le dijo que nuevamente lo
enterrara y que no divulgara lo descubierto.
Paso
algún tiempo durante el cual el indio guardo el secreto. Pero un día
regreso en busca del tesoro junto a un compañero suyo, la leyenda cuenta
que ambos personajes fueron encontrados muertos y se dice que les dio
el “mal del Aire”, y sobre el lugar donde supuestamente estaba el
tesoro, solamente encontraron un gran hoyo; pero del tesoro, nada..
Tiempo
después el fundo donde el indio trabajaba empezó a prosperar, el patrón
empezó a construir su casa, compró maquinarias y tierras aledañas.
Fuente
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