“A las familias, vecinos y aquellos que están enfrentando una irreparable pérdida estamos aquí para decirles que no están solos”, señaló Obama, en un servicio funerario realizado este jueves para los fallecidos.
La explosión dejó 14 muertos, 12 de ellos eran personas que acudieron a sofocar el incendio.
Como en la mayoría de los pueblos y ciudades de Texas, la brigada estaba formada principalmente por voluntarios.
Antes de llegar al servicio funerario, Obama supervisó el daño causado por la explosión en un helicóptero que voló alrededor del enorme cráter en el que alguna vez estuvo la planta.
Tras su discurso, Obama se reunió en privado con las familias de los bomberos que fallecieron.
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